Tampoco ha podido ser en Viena (24-18)

Ago 28, 2022

Los Barcelona Dragons consumaron su tercera derrota de la temporada, la segunda ante unos Vienna Vikings que han logrado doblegar por partida doble en lo que va de curso a los de Andrew Weidinger. La pregunta es: ¿habrá una tercera oportunidad en los playoff? De momento, todo parece indicar que sí.

Encuentro de lo más igualado en el Generali Arena de Viena. Incluso más que el que se vivió en el Estadi Municipal de Reus en la ya lejana Week 6 en la que los Dragons perdieron su condición de equipo invicto. Si en ese partido no fue hasta los últimos compases en los que los austriacos reaccionaron y le dieron la vuelta al marcador, en la tarde de hoy la cosa estuvo mucho más pareja en todo momento.

Tras un primer asalto muy parejo en el que el luminoso no se movió, fueron los catalanes los que consiguieron inaugurar el marcador por mediación de Giorgio Tavecchio (0-3), que transformó el segundo FG del que dispuso hasta ese momento. Anteriormente había fallado uno, mientras que por parte local habían sido dos las patadas a palos desaprovechadas.

Los anfitriones le dieron la vuelta al partido gracias a una potente jugada de carrera de Wegan. Nadie pudo frenar al RB local (7-3). A partir de ese momento el partido ganó, todavía más, en emoción y jugadas espectaculares. Tras una primera INT de los de casa, Moll les pagó con la misma moneda con un vuelo sin motor con el que dejó el balón en una buena posición de campo tras un buen retorno. Ahí apareció una vez más la más famosa de las conexiones de la temporada; Zach Edwards-Kyle Sweet. Los dos estadounidenses se encargaron de poner de nuevo por delante a los Dragons justo en el momento en el que se llegaba al Two minute warning del segundo periodo (10-7). Con los del HC Weidinger tres arriba se llegó al descanso.

Tras pasar por los vestuarios las cosas se endurecieron. Sobre todo por lo que a la defensa se refiere. Y es que tanto la ‘D’ que vestía de blanco, como la que iba de morado se impusieron a sendos ataques para dejar en blanco el tercer periodo. Se entró al último asalto con todo por decidir.

De la alegría de lo que podría haber sido una nueva interceptación, se pasó a las caras contrariadas con el touchdown de los Vikings. Después de que ni Masero ni Moll acertaron a atrapar ese balón que volaba sin un destino claro, los de casa juntaron sus piezas para ponerse por delante por segunda vez en la tarde (10-14). Todavía más cuesta arriba se les pusieron las cosas a los Dragon cuando tras una segunda INT a Edwards, los Vikings anotaban un sorprendente touchdown. Schütz atrapó un medido pase de Erdmann, aterrizó y se levantó como un rayo para irse y entrar sin oposición a la endzone. Y es que nadie de la ‘D’ tocó al WR local para que esa acción se terminara tras ese buen catch (10-21).

Los Dragons, haciendo gala una vez más de su orgullo y lucha, no se vinieron abajo y fueron a por más. Volvieron a meterse en harina y a poner picante al partido tras un TD corto de carrera de Zach Edwards y una buena conversión de dos que finalizó Roque Alarcón (18-21). Solo tres abajo y más de siete minutos por delante.

Por su parte, a falta de cuatro para la conclusión, los Vikings se marcharon un poquito en el marcador tras un buen FG (18-24). En lo que restaba, los de Andrew Weidinger no encontraron con facilidad el poder mover las cadenas. Se jugaron un 4th&9 con lo que prácticamente fue un Hail Mary de Edwards sobre Kyle Sweet. El ’17’ se quedó muy cerca de atrapar ese balón pese a tener encima una triple cobertura con la que le dificultaron mucho esa recepción. No salió por poco y esa fue la jugada definitiva que casi certificó la victoria local.

A la postre no hubo tiempo para mucho más y los Dragons se fueron del Generali Arena de vacío. Ahora, queda un último partido de la fase regular; el próximo sábado, en el Estadi Municipal de Reus, ante los Hamburg Sea Devils.

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